Este fin de semana el PP desembarca con toda su artillería (metafóricamente hablando) en Barcelona. Celebrarán una ‘convención antisoberanista’, bajo en nombre de Juntos sumamos, para mostrar su rechazo a la independencia y vendernos las bondades de seguir perteneciendo a España. A lo mejor vienen a revelar su plan secreto para Cataluña, como anunció Rajoy esta semana. Qué mejor manera de hacerlo público que viniendo a la província díscola a anunciarlo personalmente a sus díscolos habitantes…
Sabemos que el PP, si por algo se caracteriza, es por su honestidad y su voluntad de construir consensos desde el respeto y el diálogo. Han demostrado en numerosas ocasiones su absoluto compromiso con la verdad, el bienestar, y la defensa de los derechos de los ciudadanos. No dudemos, por tanto, de las intenciones de la gente de bien.
Lo primero que hará Mariano Rajoy, seguro, será pedir perdón a todos los catalanes por haber promovido campañas de recogida de firmas contra Cataluña en su día, para frenar el Estatut de Catalunya que después se cargaron en el Tribunal Constitucional. Eso fue feo, Mariano…
Pedirán perdón también por querer españolizar a los niños catalanes, y por usar el tema lingüístico para romper la cohesión y el consenso que existe desde hace años en Cataluña. Porque la realidad es que en Cataluña no existe conflicto por tema de lenguas. Los castellanohablantes nos desenvolvemos habitualmente en nuestra lengua sin enfrentarnos a mayores problemas (estúpidos hay en todas partes). Se aprende con total normalidad en la escuela, y la mayoría de medios de comunicación son en castellano. Incluso el director de la RAE ha tenido que reconocer que el castellano no corre ningún tipo de peligro.
Les escucharemos pedir perdón por haber cuestionado el derecho de cualquier persona, sea cual sea su orientación sexual, a contraer matrimonio y formar una família. O por querer aprobar una reforma del aborto que desprotege a la mujer y nos hace retroceder 40 años, imponiendo una determinada doctrina moral o religiosa a la sociedad (por mucho que Santa Teresa o la Virgen del Rocío hagan más que la mayoría de ministros…). Probablemente condenarán los 40 años de franquismo, y que aún hoy haya decenas de miles de desaparecidos en las cunetas… por aquello de la memoria.
Seguro que se disculparán por dejar a miles de famílias en la calle mientras rescatan y protegen a banqueros. También se disculparán por cargarse las pensiones, por abandonar a dependientes y a mujeres víctimas del maltrato de género, y por desproteger a jóvenes e inmigrantes. Lo harán también por matar la negociación colectiva y recortar aún más los derechos laborales. Mostrarán su arrependimiento, sin duda, por decir que no iban a subir los impuestos, o por aquel cariñoso “que se jodan” a los 6 millones de parados.
También pedirán perdón por seguir mintiendo y encubriendo a chorizos, ladrones y corruptos varios, por borrar por error discos duros, y por pagar indemnizaciones por despidos simulados en diferido. No faltarán las disculpas por perseguir a quienes investigan estos asuntos, porque nadie duda que el PP respeta la independencia y la labor de los jueces. Faltaría más.
Quizás incluso pidan perdón por sacar pecho diciendo lo mucho que ayudan a Cataluña a través del FLA, salvándola de la bancarrota prestándonos nuestro propio dinero y cobrándonos por él un 6% (no parece muy honesto hacer de salvador y bandolero al mismo tiempo). Como les presumo honestidad, reconocerán que Cataluña sufre un trato financiero injusto, y tendrán voluntad de resolverlo ofreciéndonos aquel pacto fiscal que rechazaron hace dos años, y que ahora llega tarde. En caso contrario, y presuponiendo el mismo grado de honestidad, si Cataluña fuese una carga y un lastre para España como algunos dicen, no tendrán ningún inconveniente en dejarnos ir… Los del PP son honestos, pero no tontos.
Por encima de todo ello, su máximo interés y preocupación será escuchar a la mayoría silenciosa. Y como todo el mundo sabe, no hay mejor manera de escuchar que permitir que la gente se exprese. Estoy seguro que en el marco de estas jornadas populares Rajoy anunciará que, como demócrata convencido que es, apoyará que los catalanes acudamos a las urnas a pronunciarnos democráticamente sobre el futuro de Cataluña. ¿Quién puede tener miedo de la democracia?
Yo confío en Mariano Rajoy y sus muchachos. Juntos sumamos. Y si no, siempre nos quedará el federalismo… a lo mejor tenemos más suerte.
